Tras los pasos de Marceliano Santa María, un histórico pintor en Tetuán

Marceliano Santa María (Burgos 1866 - Madrid 1952) fue un reconocido pintor de la primera mitad del pasado siglo como costumbrista y paisajista (Campos de Castilla) y también un solicitado retratista (Alfonso XIII, José Echegaray, Nebrija…). Hizo los primeros estudios en su ciudad natal, que continuó en Madrid, y estuvo becado en Roma, donde crearía alguno de sus celebrados cuadros históricos. Destacó a la vez en la actividad docente como director de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, desde la que impulsó a jóvenes artistas.

Interesa especialmente recordar aquí la relatada circunstancia del afortunado encuentro en la Glorieta de Cuatro Caminos con el adolescente José Bardasano, al que orientó y contribuyó a que se convirtiera en un gran pintor y cartelista; lo que se documentó e ilustró en las conferencias de este pasado otoño en el Centro Cultural José de Espronceda.

Y es que Marceliano Santa María tuvo su estudio, que sería también domicilio, en Tetuán (calle de Abel, 17). Se trata de un edificio de ladrillo visto con relieves del neomudéjar madrileño y con la inclusión de grandes y funcionales ventanales, por la intervención posterior del acreditado arquitecto Eduardo Gambra, y que actualmente mantiene una aceptable conservación. Está incluido, parece que insuficientemente, en el catálogo de edificios protegidos, por lo que habría que velar por su adecuado registro y su futura utilidad. Afortunadamente, desde hace unos años lo habita una pareja de animosos pintores de acuerdo con los propietarios del edificio, que son los descendientes burgaleses.

De Santa María hay que señalar también que fue académico de San Fernando, presidente del Círculo de Bellas Artes y profesor circunstancial de dibujo de amigos arquitectos, como Teodoro Anasagasti. Gran parte de su obra se encuentra en Burgos, en el museo que lleva su nombre y en otros lugares de la ciudad. En Madrid, en la oportuna y extraordinaria exposición ‘Invitadas’, que organizó el Museo del Prado, (junio  de 2020 a marzo de 2021) llamó la atención con su obra de gran formato ‘El precio de una madre’, por su ejecución y contenido social. Y ahora, en estas mismas fechas, en la exposición sobre Antonio de Nebrija, todavía visitable, en la Biblioteca Nacional, un magistral retrato creado por Santa María inicia la semblanza y ejecutoria del imprescindible gramático y humanista. Motivos y presencias más que suficientes para valorar al pintor y al personaje; pero es que, además, este pasado verano la Fundación Caja de Burgos organizó, en su prestigiosa sala de la Casa del Cordón, la sorprendente exposición ‘Inéditos y Curiosos’, que mostraba su obra menos conocida y de más modernidad, donde precisamente podía verse una “imagen de Tetuán desde su estudio”.      

Considero como una obligación dar a conocer la vida, la obra y las circunstancias de este personaje que, durante muchos años, incluidos los dramáticos de la Guerra Civil, tuvo también lugar por el barrio de Bellas Vistas de Tetuán, aunque trascendiera por todo Madrid.

Puede que sea pretencioso, y nada fácil hacerlo con alguna exposición representativa, aunque habría de intentarse. Pero al menos han de comprometerse algunas conferencias sobre su obra pictórica, sobre las vicisitudes de su casa/estudio y de sus actividades docentes y sociales. Contando, desde luego, con la aprobación y la ayuda de la Junta Municipal.

José María Carrascal Vázquez
Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán


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