La Terraza Restaurante La Paloma se despide tras casi 50 años de servicio

Un 11 de mayo de 1972, Simón, un muchacho de 22 años, recién salido de ‘la mili’, comenzaba la que sería la aventura de su vida: abrir un kiosco en La Dehesa de la Villa, que llamó “La Paloma” en homenaje al colegio de enfrente. Cerca de medio siglo estando al pie del cañón, Simón se jubila, echando el cierre de una historia de éxito profesional, en uno de los entornos más bellos de nuestro barrio.


Simón González Cilla, dueño y fundador de “La Paloma”, nos relata la historia del restaurante, que no deja de ser la suya propia: “Acabé el servicio militar y en el año 1972 cogí el local de la Dehesa de la Villa. Cuando yo empecé había unos ocho kioscos en La Dehesa, además de La Paloma: el Barrachina, el Osendi, el Mirador, los Gabrieles, el Recio, el Narcea y el Suma. Antes había incluso más. Me emociono al recordar a todos los compañeros que tuvieron que cerrar antes que yo. Al menos nosotros hemos aguantado casi 50 años, ¡que se dice pronto! En aquel entonces teníamos poca cocina, nada más que tortillas, ensaladas, gazapitos al ajillo, chuletitas de lechal y bocadillos. Después vinieron los fritos (calamares, croquetas…), por lo que hemos pasado en estos años de hacer una cocina sencilla a ser restaurante de referencia de la zona. Cuando empezamos había muchas más mesas que ahora, porque había algunas reservadas para quien traía su propia merienda y sólo pedía la bebida, a las que llamábamos ‘merendolines’”.

¿Qué destacarías de estos casi 50 años?


“Que éramos un lugar de reunión familiar y lo hemos seguido siendo todos estos años. La gente venía a pasar todo el día en el parque. Llegaba Semana Santa y esto se ponía a reventar. En esa época muy poca gente tenía coche, y la opción para salir un poco al campo, en la zona norte, era venir a la Dehesa de la Villa.


Si hay algo que no ha cambiado en estos 47 años es nuestra ilusión por prestar el mejor servicio posible. ¡No cerrábamos nunca! Muchas veces, mi esposa Juani y yo, hacíamos jornada de 20 horas diarias, sin descansar ningún día de la semana. Mis hijos se han criado y trabajado aquí, el restaurante ha sido nuestra segunda casa”.


En el momento de la despedida, Simón quiere “agradecer la confianza y fidelidad de nuestra clientela. Muchos se han convertido en grandes amigos e incluso en familia. Por aquí han llegado a pasar tres generaciones de clientes de la misma familia, desde los abuelos a los nietos. Queremos agradecer a todos nuestros clientes su confianza y fidelidad, y también nos gustaría mandar un saludo a toda la gente famosa que ha pasado por aquí, como, por ejemplo: Ana Duato y su esposo, Ramón García, Miguel Sebastián, Carmen Maura, Ana Torroja, Fernando Redondo, Pedro Iturralde, Ángel Pardo, Josema Yuste, Antonio Orozco…”.


Parece ser que, antes aun de que Simón se hiciera cargo de “La Paloma” el kiosco ya funcionó desde los años 1904-1907, si bien en su versión portátil. “Por eso me entristece tanto que se cierre: ¡lleva en activo más de 100 años!
Desafortunadamente, parafraseando a García Márquez, hoy le escribimos la crónica de una muerte anunciada: “La Terraza Restaurante La Paloma” echa el cierre definitivo, dejando a la Dehesa sin kioscos. “Son muchos los inconvenientes en este tipo de establecimientos. En un restaurante normal hay un aforo limitado y saben a qué atenerse más o menos cada día de la semana. Pero nosotros dependemos de la climatología, ¡y podemos pasar de tener 300 personas a que no venga nadie! Por otro lado, las trabas y requisitos por parte de la Junta de Distrito, y la falta de agilidad para sacar a concurso los que quedan libres, hace que se dé esta desagradable situación, y algo similar está pasando en la Casa de Campo”.


Simón se jubila, pero no se olvida del futuro de “su” kiosco: “No he perdido la esperanza de que el Ayuntamiento lo saque pronto a concurso para poder verlo renacer. Siento que La Dehesa se queda un poco huérfana y me da mucha pena, pero la edad no perdona”.


En cualquier caso, muchas gracias por hacer durante medio siglo más agradables los atardeceres en la Dehesa.

Tetuán 30 días



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1 comentarios

  1. David | 01/01/1970 01:33h. Avisar al moderador
    Buenos días Se le acabó el chollo no he visto peor trato y servicio para la mejor ubicación de un restaurante en todo Madrid ,todo vale por qué no decir que 50 años de gorra con grandes beneficios. En su día cuando tenían competencia había más kioscos la calidad era algo mejor pero últimamente raciones pequeñas mál servicio y súper caro y decir que de malísima calidad la elaboración. Ni que decir que empezó siendo un kiosco de 4x4 metros y ahora ni poder pasar por esa zona ,se puede poner más de 100 sillas ,carpas mesas y fuerte olor a fritanga en un parque natural protegido . Tienen muchos derechos para el espacio protegido que es y espero que si sale a concurso derriben y apruebe el modelo de 4x4 metros de antaño y no la finca o chalet de grandes dimensiones que tiene el actual .Que decir que no se cree nadie que digan que no se gana dinero si tiene cogido más de una manzana normal de un barrio en la entrada principal del parque dehesa de la villa ambientalmente protegida. Gracias y siento que no le guste al resto de lectores es mi realidad.   

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