TRÍO DE DOSES: ¿AZCA cuándo?

–Qué mala espina me da llevar una semana sin ver al "trío calavera". O están en la cárcel o han emigrado, o... Anda, ahí viene UlPyaDes. Eh, amigo, ¿qué tal? ¿Cuánto tiempo?
–¡Hola PePita! Bueno, el tiempo siempre es relativo, depende de las circunstancias espacio-físico-temporales que lo mires y...
–Eh, sí, sí, ya te entiendo. Oye, ¿dónde están tus dos amigos, PaSOtE y tIbU?
–Precisamente ahora encaminaba mis pasos hacia esa zona del distrito tan llena de arte, y también de recovecos inimaginables, que hacen de ella un lugar diferente y genuino de Tetuán, y...
–¡Basta! ¿Qué dónde narices están esos dos?
–En AZCA. No te enfades, porque enojarse sólo lleva aparejado un disgusto que puede derivar en un constante devenir de enfermedades y...
–¡Que te calles! Me voy para allá, a ver qué traman.
–Te acompaño, así vamos charlando.
–¡No! Voy sola, ya los encontraré. Adiós.
–PaSOtE, tIbU, ¿estáis ahí?
–Sí, PePita, aquí estamos trabajando, ¿quién te ha dicho que estábamos aquí? Es un asunto de alto secreto.
–Vuestro amigo el papagayo. ¿A qué os dedicáis ahora?
–(PaSOtE mirando hacia todas partes y en un susurro). Estamos manteniendo la seguridad en la zona.
–¡Ah! Al lado de la comisaría, entiendo.
–No, no somos competencia; somos un apoyo. Hay que cambiarle la cara a esta zona, definitivamente.
–¿Y quién os ha contratado?
–Alto secreto.
–¿Cuánto os pagan por este encomiable servicio?
–Alto secreto.
–(tIbU, gritando). ¡Nada PePita! ¡No cobramos nada! Llevamos aquí una semana, porque PaSOtE se ha empeñado. Que ya nos darán algo los policías o los vecinos, cuando vean que hemos acabado con la inseguridad en la zona, ¡ja! Yo me largo.
–Vale tIbU, luego no me reclames una parte de los beneficios.
–Eh, PaSOtE, en todos vuestros negocios nunca ha habido beneficios. Creo que ni libro de contabilidad tienes.
–Muy graciosa. Sólo quiero lo mejor para este distrito, ¿y así me lo agradecen? Muy bien, me voy a casa, que AZCA siga su camino sin mí.
–Buena decisión. Anda, sí, vete a casa y cámbiate de ropa. Ah, y llévate esos cinco céntimos que os han echado, ja, ja.
–Algún día me darán un premio, en metálico, por mi gran labor tetuanera.
–Sí, algún día...


REY


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