La Agrupación Astronómica de Madrid, 40 años mirando el cielo

Tiene su sede en la calle de Albendiego, 22

Esta agrupación sin ánimo de lucro se formó en 1975 y en la actualidad cuenta con casi medio millar de asociados, desde estudiantes hasta científicos reconocidos en diversos campos, que acuden periódicamente a su sede en la calle de Albendiego, 22, en el barrio de Almenara.

Salvo los viernes, que salen a observar el cielo lejos de la ciudad, todos los días tienen actividades organizadas, a las que no hace falta ser un experto para asistir. De hecho, han creado un grupo de iniciación a la observación para los socios que acaben de incorporarse, y cuentan con grupos de trabajo específicos para aquellos que quieran profundizar en temas concretos, como estrellas dobles, luna, cielo profundo, heliofísica... Además, los martes ofrecen conferencias abiertas al público en general, impartidas por profesionales de importantes organismos con reconocimiento internacional, como el CSIC o la NASA.

Iniciarse en la observación

Enrique Ordaz, físico y uno de los organizadores del grupo de iniciación y de algunas salidas, explica la mejor manera de iniciarse en el estudio del cielo: “Los mejores amigos de un principiante son unos prismáticos y un planisferio celeste. Para aprender a usar un planisferio, hay que colocarlo en el día y la hora exacta en que se comience a observar. Con unos prismáticos podemos ver casi lo mismo que vio Galileo: los cráteres de la luna, los satélites de Júpiter e incluso algunos objetos de cielo profundo, como la Galaxia de Andrómeda o el Cúmulo de Hércules”.

El siguiente paso sería comenzar a usar el telescopio. Una de las ventajas de pertenecer a la asociación es que se pueden probar los distintos tipos que hay, para saber cuál se adapta mejor a lo que se quiera observar.

Éstos se clasifican según su funcionamiento –manual o computerizado– y su óptica –de lente o de espejo–. Así, para ver ciertas nebulosas, como las de la constelación del Cisne “que en estas fechas está en muy buena posición”, son mejores los de lente, pero para ver cúmulos estelares y galaxias, los más adecuados son los de espejo. 

“Neomenia” es la revista trimestral que publica esta Agrupación Astronómica de Madrid, que se puede consultar en la propia sede, aunque los socios la reciben por correo de manera gratuita. También hacen dos observaciones al año en el Planetario de Madrid, a las que puede asistir quien quiera. Incluso disponen de un observatorio en Bonilla (Cuenca), lejos de la contaminación lumínica de Madrid, que tiene: dos telescopios de 40 y 30 cm de diámetro, una estación meteorológica, una estación de observación “All Sky” para meteoros, tres radiotelescopios y zonas para que cada uno instale su telescopio portátil. Sin duda, toda una invitación para los tetuaneros que sientan curiosidad por los astros.

Laura Conde