La Torre Picasso y la Basílica Hispanoamericana, en el Catálogo de Edificios Protegidos

El Ayuntamiento modifica por primera vez desde 1997 el Plan General para incluir 736 nuevos inmuebles, entre ellos estos dos situados en Tetuán


El penúltimo Pleno de Cibeles aprobó la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana que permitirá incluir 736 nuevos inmuebles en el catálogo de edificios protegidos. Se trata de la primera vez en 26 años que se revisa el catálogo, desde que se aprobó el PGOU en 1997, y al nuevo listado se incorporarán, entre otros, dos edificios relevantes de Tetuán: la Torre Picasso y la Basílica Hispanoamericana Nuestra Señora de la Merced, ubicada en Edgar Neville, 23, y obra de Francisco Javier Sáenz de Oiza y Luis Laorga.

La inclusión de estos 736 edificios en el catálogo llega tras “muchos meses de estudios” por parte de los técnicos, que han colaborado con “diversos organismos vinculados con el patrimonio”. Estos inmuebles atienden a tres supuestos, de los que la mayor parte (688) se corresponden con edificios de la segunda mitad del XX; también se protegerán 31 edificios considerados vestigios de la concepción ambiental histórica de la Ciudad Lineal planificada por Arturo Soria; y, finalmente, se incorporan 17 inmuebles que se corresponden con palacios y casas señoriales anteriores a 1900, o tipologías anterior a 1936 tales como iglesias, conventos, teatros, cines, mercados o estaciones de ferrocarril.

Yamasaki y Sáenz de Oiza

Inaugurada en 1988 en pleno centro de Azca, los 157 metros de la Torre Picasso la mantuvieron durante 14 años como el rascacielos más alto de España. Esta geométrica mole blanca fue proyectada en 1974 –aunque no se comenzó a construir hasta 1982– y su autor fue el arquitecto Minoru Yamasaki, también responsable de las fatídicas torres gemelas del World Trade Center neoyorquino. Actualmente el edificio es propiedad de Pontegadea, la sociedad inmobiliaria de Amancio Ortega.

Por su parte, la Basílica Hispanoamericana de Nuestra Señora de la Merced representa un ejemplo de la nueva arquitectura religiosa en España. Este cubo exento de imponentes dimensiones destaca tanto por su austeridad como por la verticalidad de su espacio interior, con una cúpula de más de 20 metros de altura. Fue terminada en 1965, casi 20 años antes de que se inaugurase la Torre BBVA, actual Castellana 81, el otro gran proyecto de Sáenz de Oiza en Tetuán, y el edificio más “joven” en obtener la catalogación de Bien de Interés Cultural, otorgada en 2019.

Entre el resto de inmuebles que también se protegerán destacan, ya fuera del distrito, el de la Cooperativa de Viviendas Militares de Santa Cruz de Marcenado –edificio Princesa–, de Fernando Higueras, el edificio Castelar (Castellana, 50), de Rafael de la Hoz, la Fundación Juan March (Castelló, 77), La Unión y el Fénix (Castellana, 33), de Luis Gutiérrez Soto, o el colegio Asunción Cuestablanca, de Miguel Fisac.

Protección del neomudéjar
En paralelo, el Área de Desarrollo Urbano está llevando a cabo en otro expediente la revisión de la arquitectura neomudéjar para proteger algunos de sus edificios representativos. A finales de 2022, el Ayuntamiento de Madrid, inició una Modificación del Plan General de Ordenación Urbana para valorar si procede la inclusión de 439 inmuebles de este tipo en el Catálogo de Edificios Protegidos, de los cuales 167 estarían ubicados en Tetuán. 

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