El centro veterinario de Villaamil, 51 funciona rodeado por la polémica

El dueño asegura que “todo es legal” y que sufre una campaña de “odio y acoso”

En el número 51 de la calle de Villaamil tiene abiertas sus puertas el centro veterinario Animanía, envuelto en la polémica desde que en septiembre del año pasado una vecina llevase a su perra a la clínica para que la esterilizasen y, realizada la operación, falleciese a las pocas horas. Según su dueña, “nos la devolvieron medio muerta, sangrando y con una cicatriz horrible”. A raíz de aquello, esta vecina interpuso una demanda contra el propietario del centro, en el Juzgado de Primera Instancia de Madrid, por una “actuación negligente”.

Ante lo ocurrido, el propietario de Animanía, Mario S. F. O. atendió a ‘Tetuán 30 días’ tras el mostrador de su tienda, asegurando que “presentamos la cirugía al Colegio de Veterinarios y nos comunicó que todo se había hecho correctamente. Entonces, me ofrecí para pagarle la necropsia y saber qué había ocurrido, pero no lo hizo”. Desde entonces, “está haciendo una campaña de acoso y odio contra nosotros, a través de grupos de WhatsApp, redes sociales, denuncias… malmetiendo con reseñas negativas”.

Licencia e inspecciones

El tema ha llegado incluso hasta la Junta Municipal de Tetuán, donde fue tratado en el Pleno del 18 de septiembre pasado, en el que el Grupo Municipal Socialista planteó la siguiente pregunta: ¿qué actuaciones se han llevado a cabo por parte de esta Junta, en relación a la clínica veterinaria de la calle de Villaamil? La respuesta vino por parte del coordinador del distrito, quien explicó que “el establecimiento tiene licencia de venta de animales y centro de tratamiento higiénico y sanitario. Se han realizado seis inspecciones y acumula tres expedientes sancionadores, uno de ellos por la venta no autorizada de medicamentos”.

Desde el PSOE se siguió insistiendo en conocer “por qué no se actúa de manera clara clausurando esta actividad ilegal, ya que se sabe con certeza que se practican cirugías mayores, algo que no permite la licencia con la que opera el centro”.

En este sentido, el dueño de Animanía afirma que “todo es legal. Hemos tenido inspecciones de sanidad, de industria… y si se hubiese encontrado algo ilegal, ahora estaríamos cerrados”.

Sin embargo, en la fachada de la propia tienda se ha rotulado que se practican cirugías y campañas de esterilización, lo que denuncian desde la Asociación de Vecinos Cuatro Caminos-Tetuán: “Llevan 11 años practicando cirugías a animales, en un cuarto registrado a todos los efectos como almacén. El Ayuntamiento lo sabe cómo mínimo desde abril, cuando esta asociación reclamó una inspección en profundidad, de la que se han derivado expedientes de gravedad diversa. Además, el Colegio de Veterinarios, que regula la actividad profesional, está mirando a otro lado y no actúa de forma inequívoca. Mientras tanto, el negocio sigue abierto y operando”.

Un precedente en 2004

Hace 21 años, en la calle de Pamplona funcionaba la clínica Mario’s Zoo Animanía, del mismo dueño que la que opera actualmente en Villaamil, 51. Entonces, los vecinos de la zona denunciaron los malos olores que salían de la tienda, y cuando acudió el Seprona encontraron un sótano con especies protegidas: serpientes, tortugas voraces, tarántulas, escorpiones, hurones, cocodrilos… careciendo de la preceptiva licencia para venderlos: “El Seprona retiró los animales, hasta que tuviésemos la licencia y cuando la obtuvimos, nos los devolvieron, pero cerramos para trasladarnos a Villaamil”, comenta el propietario de Animanía.

Unos hechos que fueron recogidos por la prensa en ese momento, en medios como ‘ABC’ o ‘El País’, y que, en versión de la Asociación de Vecinos Cuatro Caminos-Tetuán, “el Seprona lo cerró en su primera ubicación de la calle de Pamplona, por hacinar más de 200 animales protegidos, vivos y muertos, en un sótano, pero reabrió en una nueva ubicación, también en Tetuán”.

Así la situación, la polémica envuelve a este centro veterinario, cuyo dueño tiene claro que no se plantea “cerrar, tenemos licencia y una clientela fiel, que no se cree lo que se va contando sobre nosotros”.

Foto: A. V. Cuatro Caminos-Tetuán.