El arreglo de la calle Trébol, tarde… y con daño

La alegría por la inclusión de la calle de Trébol en el plan de arreglos de aceras municipal tras largos años de espera se tornó en desgracia el pasado 22 de octubre. Aquel viernes, Filo, una vecina de 88 años que vive en esa misma calle se trastabilló en el inestable acceso desde su vivienda que habían dejado durante los trabajos, se cayó y se rompió la cadera y el fémur. Filo tuvo que ser intervenida y días después fue enviada a 40 kilómetros de Madrid para llevar a cabo su recuperación. Tardará entre dos y tres meses en volver a caminar, tiempo durante el cual la lejanía, la falta de medios y las obligaciones laborales impedirán que pueda ser visitada periódicamente por su familia.

Pero las desdichas no acabaron ahí para Filo. El pozo de aguas fecales que desaguaba su vivienda se vino abajo debido a las obras, y su hija teme ahora que el Ayuntamiento le reclame que se haga cargo del arreglo. Sería una factura de varios miles de euros para una octogenaria sin más recursos que una pensión de viudedad, a la que las nuevas aceras de Trébol le habrán salido muy caras.