El ‘regalo’ que ha transformado en museo de arte un hall de la calle Orense

El pintor Manuel de la Mata ha colgado una de sus obras en agradecimiento a la hospitalidad de la comunidad

El brasileño Manuel de la Mata, uno de los pintores vivos más cotizados en la actualidad, pasó el confinamiento durante la primera ola de la pandemia en un piso de la calle de Orense. Allí nació una “historia de amor” entre los vecinos y el artista confinado lejos de su taller que, en agradecimiento por el trato recibido, De la Mata ha querido corresponder poniendo a disposición de la comunidad una de sus obras –una colorida arborescencia de la Amazonia–, y comprometiéndose a mantenerlo en la finca un mínimo de cinco años.

Advertidas del “regalo”, las presidentas de la comunidad, Laura e Isabel, se aprestaron a llevar a cabo una “elegante renovación” del hall de entrada antes de instalar la obra de arte, que ya cuelga de sus paredes.

“Las obras de De la Mata generan alegría, nos recuerdan a los poemas de Antonio Machado”, dicen Laura e Isabel, que señalan que los vecinos están muy agradecidos por el gesto del maestro, ya que sus obras se encuentran normalmente en mansiones privadas o en instituciones prestigiosas.

Felicidad y cuadros vendidos

La naturaleza y el agua son dos de los temas principales de este pintor, cuyas coloridas obras pretenden transmitir esa “alegría” que convierte en casi un estilo pictórico. “Considero la felicidad como un derecho de todos y el fundamento de un movimiento artístico en sí mismo”. 

De 73 años, este artista brasileño con raíces hispano-francesas, comenzó a pintar a los 16 en Francia y hoy sus obras cuelgan en lugares como la sede de la ONU o el Parlamento Europeo. Según su página web, todas sus obras están actualmente vendidas, y no acepta encargos hasta 2022.

En el último año, Manuel de la Mata ha expuesto algunos de sus cuadros en el espacio Davinia –Castellana, 98– y en una muestra en Ferrol patrocinada por la Xunta de Galicia. Hace unos meses, el Café Gijón presentaba un retrato con su firma dedicado al propietario de este emblemático local, Goyo Escamilla, fallecido en 2019.