San Francisco Javier: la joya de Pablo Serrano “oculta” en La Ventilla

Esculturas de Tetuán (I)


Comenzamos 2024 con una nueva sección en Tetuán 30 días, en la que daremos a conocer a lectores y vecinos las no siempre bien conocidas esculturas y monumentos públicos que se esconden en las calles de nuestro distrito. este mes arrancamos con una joya artística, la escultura dedicada a San Francisco Javier, situada en el barrio de La Ventilla, y obra del turolense Pablo Serrano Aguilar (Crivillén, Teruel, 1908 – Madrid, 1985). El escultor, uno de los impulsores del Grupo El Paso, fue vecino de Tetuán, junto a su pareja, la pintora Juana Francés, y desde hace años ambos tienen sendas salas de exposiciones que llevan sus nombres en el edificio de la Junta de Distrito, en Bravo Murillo, 357.

En pleno corazón de Almenara, entre las calles de Magnolias y Mártires de La Ventilla, se encuentra esta escultura de Pablo Serrano que representa San Francisco Javier, religioso y misionero español de la Compañía de Jesús. En 1969 se creó un importante conjunto religioso y educativo en La Ventilla, uno de los barrios por aquel entonces más desfavorecidos de Madrid, que se llamó Escuelas Profesionales del Padre Piquer. El proyecto lo realizó el arquitecto Rodolfo García-Pablos, que incluyó en el diseño una pequeña plaza donde se sitúa la entrada de la parroquia San Francisco Javier y donde se instaló la escultura que hizo Pablo Serrano a su patrón.

Descripción

Se trata de una figura completa de pie realizada en bronce de grandes dimensiones (3,60 x 1,50 x 1,50 m.) en un lenguaje totalmente expresionista. En la obra el personaje surge de la materia en forma geométrica en múltiples facetas, que ya en el pie se concretan en un puro volumen cúbico levantado sobre un pedestal muy sencillo y concebido como un simple cubo de hormigón, que muestra la huella del encofrado de madera, y que se posa con sensación de levedad, despegado del suelo. La obra es de gran calidad, y en la parte trasera, abajo y en relieve, se inscribe un tarjetón: Codina Hermanos - Fundidores Madrid.

La base del santo es una columna en la que se abren de forma desordenada pequeñas ventanas. San Francisco Javier emerge de esa pieza desplegándose como la copa de un árbol. En la base se reconoce la torre del Castillo de Javier, lugar donde el santo nació en 1506. La túnica del santo está inflada y convierte al jesuita en una figura con un tronco desproporcionado: no se infla de forma continua, sino que muestra distintos fragmentos geométricos que van dándole forma. Es un hombre-árbol.

San Francisco Javier
Autor: Pablo Serrano
C/ Mártires de la Ventilla, 34 
Barrio: Almenara
Año: 1969

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