Alvarado-Estrecho: la calle como soporte para el arte emergente

Un grupo de artistas y estudiantes de Bellas Artes recrean un museo en plena calle

“¿Oye, no te apetecería a ti exponer en la calle?”. Éste es el mensaje de WhatsApp con el que empezó el proyecto Alvarado-Estrecho. Mes y medio más tarde, unos estudiantes de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, junto con otras personas cuyo hobby es el arte, han creado un recorrido artístico por las calles, que van desde la estación de Metro de Estrecho hasta la de Alvarado.

A partir de la calle de Palencia, 8 hasta Gabriel Díez, 4, se podrán ver cada una de las creaciones de estos 20 artistas emergentes. Esculturas, grabados o pinturas son algunas de las obras que estarán expuestas, hasta que el tiempo y el vecindario lo permita: “No tenemos intención de quitarlo en ningún momento, cuando se caigan o las arranquen, por eso vamos a hacer códigos QR para que se pueda ver de forma permanente”, asegura Nicolás, el creador de la exposición. 

Muchas de las obras de este proyecto tienen influencia en otras corrientes, como ocurre con Paula, otra de las participantes: “Me inspiro en Jenny Saville, una pintora inglesa, pero traducido a mi lenguaje, a la rapidez o expresión con la que yo pinto”. Sin embargo, la mayoría de las obras abogan por la pintura más experimental, intentando hacer una cosa intermedia entre lo que les enseñan y lo que les gusta e interesa.

La elección del nombre pretende recordar a la nueva canción de C. Tangana, Estrecho/Alvarado: “Ha sido una estrategia de marketing sin duda y, a pesar de que queremos atraer a todo el mundo con esta exposición, el nombre sí que va dirigido a un público más joven”, reseña de nuevo Nicolás.

“Que vengan a verla”. Es lo que piden estos artistas emergentes, cuyo proyecto ha sido autofinanciado y les ha servido para darse cuenta de lo que cuesta hacer cosas como ésta: “Sabíamos que era difícil, pero tanto… por eso hemos tenido que optar por la calle. No hay museo más barato que éste”, añade, risueña, Paula. A pesar de las dificultades económicas y de ejecución –se arriesgan a que las obras sean arrancadas, como ocurrió con las de Paula y su compañera Luz, mientras se realizaba esta entrevista– tienen muchas ganas de seguir haciendo proyectos así por el barrio y probar por otros, sin cerrar la puerta a nadie.