Las tristes Navidades del distrito de Tetuán

Estimado director:

Quiero poner de manifiesto la lamentable organización de nuestro distrito en las pasadas fiestas navideñas. A través de la programación de la Junta Municipal se nos vendió un mercadillo de Navidad en la Plaza Nueva (Cuatro Caminos), en la que, además de las casetas, tendríamos la oportunidad de que nuestros hijos pudieran entregar sus cartas a través del Buzón Real o a los ayudantes elfos y pajes de los Reyes Magos. Esto jamás sucedió, ni Buzón Real ni ayudantes ni nada de nada, al menos los muchos días que yo fui con mis hijos a intentarlo.

Por otro lado, si a tres tristes casetas que nunca abrieron en fecha se le puede denominar mercadillo navideño, está claro que en la Junta no saben qué es uno de verdad.  Sí había una caseta de una chica andaluza encantadora, que ofrecía chocolate y churros a precios competitivos y que estaba decepcionada porque se le vendió que algún alto cargo acudiría a inaugurar el espacio y nunca sucedió. Y la misma mañana de Reyes, con un sol estupendo, ya estaba todo desmontado.

Pusieron un árbol de Navidad sin apenas luz, un pequeño tren y un hinchable a un precio elevado. Apenas hubo espectáculos infantiles y los pocos que hubo, en un mini escenario. ¿No podrían aprender de las entidades privadas que organizan eventos navideños?

Ahora les hablo de la Cabalgata, que fue una pena, con apenas dos grupos de niños, algún saltimbanqui, una carroza que todavía estamos averiguando qué pintaba y las tres de los Reyes Magos. El día no lucía y al menos les dieron un rato de ilusión, ¿pero no es hora de pensar en hacer cosas a lo grande para los niños?

Por último, por favor cambien de una vez la decoración de Bravo Murillo –¿no se puede alternar con otros distritos?–  y peleen con quien deban del Ayuntamiento, ahora tienen línea directa, ya que nuestro alcalde presume de ser de nuestro barrio. Háganle ver que no todo lo bonito tiene que estar en el centro o en el Barrio de Salamanca.

Atentamente.