Un nuevo Bravo Murillo

Después de un año y medio de obras, el vial ya luce su cara más amable

Según los plazos previstos (primavera de 2009), Bravo Murillo, la calle más importante del distrito, ya muestra una imagen renovada.
Las obras, que comenzaron en noviembre de 2007, se han extendido durante un año y medio. Una reforma que ha afectado tanto a la vida diaria de los vecinos como al trabajo y a las ventas de los comerciantes que desarrollan su actividad en este vial.
El proyecto de remodelación de esta calle comercial, que se ha desarrollado en tres fases, ha contado con 8,2 millones de euros de presupuesto, y entre los trabajos realizados más destacables se encuentran: los 1.500 metros cuadrados más de espacios peatonales; la renovación de otros 50.000 metros cuadrados de vía pública, de los que 22.900 son de aceras; el rebaje de bordillos; la instalación de 223 bancos, así como de árboles, alumbrado, jardineras y una nueva red de agua.


DOBLE CARA

Y es que ya le hacía falta un lavado de cara a la arteria principal de Tetuán, por donde diariamente transita un elevado número de personas y donde se ubican infinidad de locales comerciales. Después del tiempo que se hizo esperar el inicio de las obras, ya podemos respirar tranquilos, y por fin disfrutar de los resultados.
Aunque como siempre ocurre, hay casos para los que el “martirio” aún no ha finalizado: una empresa ubicada en Bravo Murillo comentó a “Tetuán 30 días” que “aunque las obras no han afectado mucho a nuestras ventas, sí lo han hecho el ruido, la suciedad, los destrozos ocasionados… A día de hoy continuamos con el cierre de nuestro local estropeado, lo que provoca una gran inseguridad fuera del horario de apertura. Además, el suelo de la entrada está también deteriorado, algo que no se ha solucionado tampoco aún. Los trabajos de reforma han afectado en nuestra atención al cliente, impidiendo una correcta comunicación en muchos momentos. Por otro lado, en días puntuales tuvimos cortada la línea de teléfono y la conexión a Internet, de lo que depende totalmente nuestra empresa”, explica una de las encargadas.
En otros negocios, en cambio, nos informan de que la remodelación no ha supuesto ningún malestar para ellos, y que no han visto descendidas sus ventas.
Opiniones para todos los gustos. Es la doble cara de las obras: si se quieren mejorar infraestructuras y equipamientos, no queda otro remedio que someterse a ellas. En lo que todos los vecinos coincidirán sin duda es en que ahora pasear o ir de compras por esta calle será mucho más fácil y agradable para todos.

CRISTINA SÁNCHEZ

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