Tetuán lanza una campaña para no alimentar a las palomas “por su bien y por el nuestro”

Puede afectar a la salud de las personas y generar una sobrepoblación nociva para las aves

La superpoblación de palomas se ha convertido en un quebradero de cabeza para las autoridades municipales del distrito, que ven cómo proliferan los “puntos negros” en zonas como Cuatro Caminos, la Junta Municipal, La Remonta o la significativamente denominada “plaza de las palomas”, entre muchos otros, avivados por vecinos inconscientes que se dedican a darles comida.

Por ello, el Ayuntamiento de Madrid, con el apoyo de las Unidades Distritales de Colaboración, ha lanzado una campaña de reparto de folletos en las calles del distrito donde, bajo el lema “Tetuán siempre limpio y respetuoso con nosotros y con el entorno”, recomienda que los vecinos dejen de alimentar a las palomas, “por su bien y por el nuestro”. La campaña pretende así servir de ayuda para controlar la superpoblación de estas aves y mantener un Tetuán “más limpio y más consciente”.

En el folleto se especifica que alimentar a las palomas en la vía pública puede provocar “que proliferen las plagas de ratas o cucarachas, que haya superpoblación de palomas debido a la sobrealimentación, así como la proliferación de enfermedades causadas por parásitos debido a sus excrementos”.

“Nuestra comida no es buena para ellas”

En cuanto a las propias palomas, la sobrepoblación condiciona negativamente su estado sanitario, pues puede provocar cambios en su alimentación y reducir su bienestar, ya que “nuestra comida no es buena para ellas”. Además, darles de comer en la calle “incrementa sus niveles de estrés y provoca peleas y lesiones para conseguir más comida”.

Desde Madrid Salud señalan asimismo que las palomas urbanas son capaces de encontrar sus propios recursos, y su población se autorregula en función de la cantidad de alimento y agua disponible, por lo que el suministro de alimento “genera siempre superpoblación”.

Además de no alimentarlas, Madrid Salud recomienda limpiar adecuadamente las zonas de excrementos con agua abundante y desinfectantes, evitando la limpieza o el raspado en seco. También se aconseja colocar elementos disuasorios en inmuebles que eviten el posado y la nidificación de estas aves, así como redes o mallas que veden su entrada.