En marcha el nuevo edificio de realojo en el paseo de la Dirección

Las obras avanzan entre las quejas de los expropiados

Han comenzado los trabajos en el solar de Capitán Blanco Argibay, donde se levantará el nuevo edificio de realojo del proyecto del paseo de la Dirección. Se trata de un inmueble previsto desde el inicio, pero cuya construcción se diluyó por un tiempo entre las ambigüedades de Dragados. Finalmente, y al haber unas 40 familias expropiadas que aún esperan su vivienda, la concesionaria ha iniciado su ejecución y las excavadoras trabajan en la zona desde hace unas semanas.

Según el presidente de la Asociación de Afectados por el Desarrollo Urbanístico del paseo de la Dirección, Luis Romero, el nuevo bloque contará con 72 viviendas, 40 de las cuales serán para los realojables pendientes, 10 más previstas para el posible retorno de desplazados transitoriamente a otros barrios, y el resto serán para la EMVS.

Entretanto, las obras de urbanización siguen adelante. En los últimos días se ha cerrado definitivamente el tramo de curvas entre Reyes Aizquíbel y Capitán Blanco Argibay, desviándose el tráfico por Alberdi, hasta que se abra el nuevo paseo rectilíneo −previsto para junio–. La parte sur de esta calle comenzará a ejecutarse en breve, tras consumarse los últimos realojos, con lo que desaparecerán para la circulación prácticamente todas las curvas del paseo. Además, entre diciembre y enero se prevé finalizar el tramo entre Villaamil y Aligustre, y despejar la parte central de solares de Marqués de Viana y Ofelia Nieto.

También se va encauzando otra de las inquietudes vecinales, como eran los accesos al parque. Según Luis Romero, “el Ayuntamiento ya ha proyectado uno de los tres o cuatro previstos por la cornisa”. No obstante, aquí no habrá mucho margen de actuación, “ya que sólo se puede acceder en muy pocos puntos, usualmente coincidentes con algunas colinas que servían antes de miradores a media altura”.

“Comprar es inviable”

Pero sin duda el tema más grave sigue siendo el de los expropiados, de los cuales aún quedan unas 30 familias por indemnizar. También, hace unos días, estaba previsto el “difícil” realojo de unas 10 familias gitanas que vivían en casas bajas, en una localización “que comprometía todo el proyecto”.

Para el presidente de la asociación, “lo que denuncian los expropiados es que su valoración [la indemnización a la que tienen derecho] es tres veces inferior al importe del piso de realojo, por lo que ruegan que estos pisos se abaraten, ya que existe un fuerte desequilibrio que les hace inviable la propiedad”. Una circunstancia que ya ocurrió con los expropiados de las casas bajas realojados en el primer edificio construido: “De esas 114 viviendas sólo nueve las han podido comprar”.

David Álvarez de la Morena