El coronavirus y el retraso en las ayudas amenazan el pago de los alquileres

Dos vecinos nos cuentan su situación

Después de mes y medio confinados por la alerta sanitaria del Covid-19, cientos de miles de familias españolas se encuentran en una situación de emergencia social. A excepción de los servicios esenciales, el resto de sectores de la economía ha tenido que cerrar temporalmente y dejar de producir, reconvertirse, teletrabajar o, en casos como la restauración, parar en seco.

El Gobierno ha propuesto medidas extraordinarias en materia de empleo, como los ERTEs, para evitar los despidos masivos. A través de este mecanismo, el Estado pagará a los empleados el equivalente al 70% del salario, sin consumir paro y aunque no tuvieran cotizados los meses necesarios. El problema es que hasta el 10 de mayo no se ingresarán dichas prestaciones, y siempre que a la empresa se le haya autorizado el ERTE. ¿Cómo se están apañando los hogares de Tetuán para pagar el alquiler y los suministros básicos?

En cuanto a la vivienda, se han lanzado paquetes económicos de ayudas al alquiler. Uno de los últimos Reales Decretos establece que si el arrendador es un gran tenedor –tiene en propiedad más de 10 inmuebles–, tanto pymes como autónomos e inquilinos particulares podrán acogerse a una moratoria en el pago de la renta, que se aplicará de manera automática, mientras dure el estado de alarma.

En caso de que el propietario o arrendador no sea un gran tenedor, los inquilinos pueden negociar la moratoria o la rebaja del pago de la renta, siempre que no se haya llegado a un acuerdo anterior entre las partes. Además, tanto el inquilino como el arrendador podrán disponer de la fianza, para pagar total o parcialmente alguna mensualidad.

En busca de un acuerdo

Santiago tiene 32 años y se ha visto afectado por un ERTE en su trabajo de hostelería. Comparte piso en Alvarado con otros dos compañeros, también afectados por el expediente. “Hemos llegado a un acuerdo con el casero para rebajar el alquiler durante estos meses, pero como la resolución de los ERTEs es tan lenta, y vamos a ver reducidos en un 30% nuestros ingresos, no sabemos si realmente va a haber una gran diferencia”, comenta.

Por otro lado, todavía no saben cuándo van a cobrar ni cuánto. Esta situación de completa incertidumbre es un sentimiento común en los hogares españoles. Santiago también es socio de una compañía teatral, que ha cancelado todas sus representaciones este año. La cultura es otro de los sectores más castigados por el Covid-19, y de los que más tardará en recuperar la normalidad. La previsión de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, es que hasta finales del 2020 no se reactiven ni el turismo ni el ocio en nuestro país.

Eliseo tiene 40 años. Es autónomo, no recibe ingresos desde el día 13 de marzo, y tiene que hacer frente a dos alquileres, el de su vivienda y el del local comercial: “El arrendador de la oficina me ha dicho que no me preocupe, pero todavía no hemos llegado a ningún tipo de acuerdo. En cambio, la persona que me está arrendando la vivienda, en la que vivo desde hace cuatro años, y a la que no le he dejado de pagar ni siquiera cuando estaba en el paro, me está exigiendo el pago normal de la renta. ¡No lo puedo entender, dan ganas de ser mal inquilino!”, exclama Eliseo, frustrado.

Esta situación de desesperanza también es más común de lo que parece, ya que el arrendador seguramente también haya visto reducidos sus ingresos. Negociar es la única solución a conflictos como este, apelando al sentido común y a la empatía, hasta que se vaya recuperando la normalidad.

A pesar de los ahorros y las prestaciones por desempleo, muchos hogares se están viendo en dificultades para pagar el alquiler, los suministros o hacer la compra. También hay familias enteras que han tenido que recurrir a las donaciones de alimentos de las distintas oenegés, porque no tienen recursos o los que tienen son insuficientes.

Solo nos queda ser pacientes, no anticiparnos a los acontecimientos y seguir viviendo el día a día de la mejor manera posible. La curva de contagios se está comenzando a estabilizar y en muchos países europeos ya se están dando los primeros pasos para desescalar el confinamiento. Asimismo, se está negociando en Europa el mayor plan económico desde la Segunda Guerra Mundial. Superaremos esta crisis, pero ¿conseguiremos avanzar hacia un modelo económico más social?