Los comerciantes del Rastrillo de Avenida de Asturias piden poder abrir más puestos

Se sienten discriminados por la aplicación restrictiva de la norma, que sólo les permite instalar un tercio de los negocios


El pasado domingo se celebró por tercer fin de semana tras el confinamiento el tradicional mercadillo de la Avenida de Asturias, en formato eso sí muy reducido. Sin embargo, la reapertura de este “clásico” del barrio apenas fue motivo de celebración para los comerciantes, que aprovecharon para leer un manifiesto donde denuncian la discriminación que están sufriendo con respecto a otros sectores comerciales, tras el reinicio de la actividad el pasado 31 de mayo.

En opinión de los comerciantes, las autoridades municipales han elegido la opción más restrictiva de la norma para el regreso del mercadillo. Así, se ha llevado a cabo con una limitación de un tercio de los puestos habituales, y establecimiento una distancia suficiente entre puestos que garantice la seguridad entre trabajadores y clientes. Además, se da prioridad a los puestos de alimentación y se limita la afluencia de clientes para asegurar ese espacio social de dos metros.

“Una resolución de mínimos cuya consecuencia puede ser que, de los cuatro domingos o festivos del mes, solo te toque trabajar uno”, señala Beatriz Peña, delegada del comercio ambulante del Rastrillo, que el pasado 5 de junio se reunió con la concejala-presidenta de Tetuán, Blanca Pinedo, y con el coordinador del distrito, para plantear a la Junta Municipal del Distrito la problemática en la que se encuentra el colectivo.

Una reducción drástica del espacio

Los comerciantes piensan que no se han contemplado otros factores que también recoge la norma, y que sí se han adoptado en otros mercadillos, como aumentar la superficie ocupada, o habilitar nuevos días para el ejercicio de esta actividad. Según señalan, la realidad es que tras tres fines de semana desde el regreso, se ha reducido la superficie considerablemente, el espacio utilizado no llega hasta la Plaza de Castilla, solo hay una entrada habilitada a mitad del recorrido para entrar y otra enfrente para salir, como medida de limitación de aforo. Tampoco se ha tenido en cuenta que la Avenida de Asturias es un espacio grande, de más de un kilómetro y al aire libre.

Antes del Covid-19, el Rastrillo de Tetuán albergaba 256 puestos, de los cuales 21 son de productos alimenticios. El pasado 14 de junio había colocados 21 puestos de productos alimenticios y 64 de otros sectores, por lo que aproximadamente el 70% de los comerciantes se quedan sin poder instalar su negocio “lo que supone que familias enteras cuya economía depende de la venta del mercadillo se sientan totalmente desprotegidas”, añade la delegada.

Medidas propuestas por los comerciantes

En el manifiesto leído y firmado el pasado domingo, los comerciantes proponen varias medidas para mejorar la situación, como que la superficie se amplíe hasta Plaza de Castilla o la posibilidad de instalar el 100% de los puestos de alimentación y un mínimo del 50% del resto de productos, alternando semanalmente, de manera que la primera semana instalen los puestos con número impar y la siguiente los puestos con número par. Otra propuesta óptima sería poder instalar el 100% de los puestos del mercadillo, para lo cual estarían dispuestos a ceder temporalmente un metro de sus instalaciones.



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