La burocracia deja contra las cuerdas al Teatro Bodevil

Podría cerrar de modo definitivo en unos días

El pasado 9 de febrero el Ayuntamiento de Madrid precintaba la sala Teatro Bodevil, ubicada en la calle del General Orgaz, 17, para cumplir una sanción de cuatro meses impuesta hace dos años por un supuesto exceso de aforo cuando el local –entonces, una sala de fiestas– era regentado por los antiguos propietarios.
Con más de dos mil entradas vendidas de sus dos espectáculos –La cena de los malditos y Delizia–, el teatro se veía abocado al cierre definitivo –“a la muerte”, señaló su director Isaac Forcada–. La empresa buscó entonces un escenario alternativo y comenzó una campaña contrarreloj para paralizar el cierre, llegando incluso a debatirse su situación en el Pleno municipal celebrado el 24 del mes pasado.

La dirección consiguió que la sala Bucca Madrid, en la calle de Juan Ramón Jiménez, les prestara su espacio para algunas de sus funciones, y la enmienda presentada en el Ayuntamiento para acelerar la apertura fue aprobada por unanimidad. “Tras esto hay un requerimiento a la Agencia de Gestión de Licencias de Actividades para que sea tramitada, pero hasta que ésta no lo autorice no podremos abrir”, explica Marcos Estopiñán, responsable de Comunicación.

“Aunque agradecemos la aprobación, tenemos un sabor agridulce, porque creímos que sería más rápido, pero nos dicen que tardarán entre tres o cuatro semanas más. Ha sido un parche”, añade.

Sobre el traslado temporal a Bucca Madrid, explica Estopiñán: “Hemos tenido que cancelar algunas funciones, porque obviamente la sala tenía su propia programación, además de tener menor aforo que Bodevil”. Por el momento, el local de acogida les va confirmando semanalmente los espectáculos que puede poner en escena.

Unos 40 despidos

Pero quizá lo más grave sea que, de los 88 empleados que formaban parte de la plantilla de Bodevil, ya se han perdido cerca de la mitad, y que la amenaza de cierre definitivo “está hoy aún más latente que hace unas semanas”, responde el responsable de Comunicación. “Los despidos se han debido a la situación, los afectados lo han entendido así y se volvería a contar con ellos en el caso de que pudiéramos reabrir a corto plazo. Pero ahora mismo no depende de nosotros”, concluye.

David Álvarez de la Morena