El Acueducto de Amaniel, un refugio de indigentes rodeado de suciedad

Ante las quejas vecinales, la concejala de Tetuán asegura que “conocemos el problema y estamos buscando soluciones”

El Acueducto de Amaniel, situado en la avenida de Pablo Iglesias, 57, en el barrio de Bellas Vistas, está siendo objeto de reiteradas quejas vecinales, ya que desde hace unos meses un grupo de personas sin hogar se han instalado bajo algunos de sus arcos y “la suciedad, el mal olor y la inseguridad es lo que nos encontramos cada día en la zona”, aseguran los vecinos afectados por esta problemática.

La instalación, que pertenece al Canal de Isabel II y cuyo origen data de finales del siglo XIX, está ubicada al lado de los Jardines de Carlos París, que fueron remodelados en 2023, y del Frontón de Tudelillas, donde se organiza cada año el Torneo de Primavera del Club de Pelota Tetuán y se juega habitualmente a este deporte y al frontenis. Sin embargo, ahora la tranquilidad de la zona se está viendo alterada: “Está todo plagado de indigentes y todo está muy sucio. Nos sentimos inseguros, hay borrachos molestando a los vecinos, hacen hogueras, rompen los cristales de los coches y se trapichea con droga”, denuncian los residentes de las viviendas aledañas al acueducto.

Preocupación y propuesta

Ante la realidad que se está viviendo, la concejal-presidenta de Tetuán, Paula Gómez-Angulo, atendió a este periódico, afirmando que “conocemos el problema y hay preocupación por parte de esta Junta Municipal para darle solución. Yo personalmente acudo dos veces por semana a la zona y ya se ha activado en 10 ocasiones el protocolo establecido para personas sin hogar, pero no aceptan acogerse a los recursos que se ponen a su disposición para vivir dignamente”.

En relación con la suciedad, la concejala subrayó que “hemos solicitado refuerzos por parte del Área de Limpieza, porque, además, hay un parque infantil en los jardines”. Y respecto a la inseguridad destaca que “la policía conoce la situación, aunque tiene poco margen para intervenir”.

La solución por la que se ha optado desde la Junta consiste en “una propuesta que hemos trasladado al Canal de Isabel II para que se encargue de conservar y de mantener este elemento arquitectónico”, porque, en definitiva, “nos interesa a todos que este tema se solucione cuanto antes”, concluye Paula Gómez-Angulo.