Un rótulo vintage con su apellido sobre una fachada deslucida anticipa la pasión y el esfuerzo que se abren tras la puerta del Berdonce Boxing Studio, el gimnasio que acaba de inaugurar Manel Berdonce junto a un grupo de amigos, y con el que cumple un sueño antiguo. El ‘Tigre de Tetuán’ ha transformado una vetusta fábrica en un templo del boxeo moderno, inspirado en los locales de entrenamiento de carácter industrial que proliferaron en Brooklyn, California o Londres, y que han inmortalizado tantas películas.
Y al frente del templo, como sumo sacerdote, se sitúa el que fuera campeón de España durante nueve años, además de campeón del mundo hispano y aspirante al título mundial y europeo. Un ‘Tigre’ que pone todo su entusiasmo y conocimiento para ofrecer una experiencia diferente de boxeo, que rompe con los clichés y une la diversión con el aprendizaje y los beneficios de este deporte.
Berdonce Boxing Studio es un gimnasio dirigido a todos los públicos, edades y niveles, donde se ofrece una práctica sin contacto –“nadie te va a golpear, y los únicos que sufren castigo son los sacos”–, pero que permite a los alumnos más avanzados practicar lo aprendido subiendo al ring.
Manel, un abanderado del barrio durante toda su trayectoria, ha sido además seleccionador nacional siete años, además de olímpico en Pekín y Londres, y es en la actualidad comentarista y divulgador en televisión, radio y prensa. Pero en ninguna faceta disfruta tanto como enseñando, compartiendo su conocimiento y pasión por el boxeo. El ‘Tigre’ tiene al fin una guarida a su medida, un lugar único como la personalidad de su fundador. Para visitarlo y probar, eso sí, hay que acudir a Las Tablas (María Tubau, 7), hasta que decida regresar a su “hábitat” y abrir también en su querido Tetuán.
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