Pasos de peatones que brillan por su ausencia en el paseo de la Dirección y Berruguete


La Ordenanza Reguladora de la Señalización y Balizamiento de las ocupaciones de las vías públicas por realización de obras y trabajos del Ayuntamiento de Madrid lo especifica claramente en su punto VII, artículos 26, 27 y 28, relativos a los pasos de peatones: “En las ocupaciones que afecten a las aceras y puntos de la calzada debidamente señalizados como paso para peatones, habrá de mantenerse el paso de los mismos”; “La anchura mínima del paso para peatones será de 1,50 metros, medido desde la parte más saliente de las vallas o de los elementos de balizamiento, garantizándose la misma en una altura de 2,10 metros”; “Habrán de instalarse pasarelas, tablones, estructuras metálicas, etcétera, de manera que el paso se haga sin peligro de resbalar y adecuadamente protegido, y cuidando que los elementos que forman el paso estén completamente fijos”. A su vez, el artículo 30 de esta ordenanza subraya que “en aquellos casos en que se justifique la imposibilidad de realizar las obras sin mantener el paso de peatones por la acera, obligando con ello a circular a estos por la calzada, se habilitarán pasos como los indicados en los tres artículos anteriores”.

Pues bien, aunque las normas lo reflejan sin dejar lugar a las dudas, basta con echar un vistazo a algunas de las obras que se están realizando en Tetuán, para cerciorarse de que se han olvidado de los peatones. Es lo que sucede en el número 246 del paseo de la Dirección, donde se está construyendo el proyecto Skyline, dos torres de unos 100 metros de altura y 25 plantas con más de 300 viviendas cada una, cuyos materiales están ocupando toda la acera y los transeúntes han de salir a la carretera, con el consiguiente riesgo al paso de los coches. Incluso la parada que tiene el autobús 49 en esa acera, en sentido Pitis, se ha tenido que trasladar a Capitán Blanco Argibay, junto al Parque Rodríguez Sahagún. Asimismo, en una de las vallas amarillas hay un cartel que avisa: “Acera cortada temporalmente. Crucen a la acera de enfrente. Disculpen las molestias”. Y se estima que estas obras concluyan a lo largo de 2022…

Otro ejemplo similar lo encontramos en la calle de Berruguete, donde se están renovando las aceras en su totalidad, en una vía muy estrecha, que ahora lo es más con tanta valla que impide que los peatones caminen por la acera y tengan que hacerlo por la calzada, esperando en muchas ocasiones a que pasen los vehículos para que ellos puedan seguir su camino.

Así pues, y aunque es evidente que las obras son necesarias para que haya mejoras, los peatones también existen, en la práctica y en las ordenanzas. 



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