Un nuevo centro de apoyo a enfermos de Alzheimer y de ayuda a familiares

AFEAM ocupa ahora el antiguo local de la AV Esperanza de La Ventilla

La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Ma-drid, AFEAM, nació en 2004 fruto de la experiencia compartida de familiares de enfermos. Más tarde se integró en la federación regional, que a su vez está incluida en CEAFA, la confederación estatal que engloba más de 3.000 asociaciones.
José Luis García Vega, presidente de la ya desaparecida Aso-ciación de Vecinos Esperanza de La Ventilla, y de quien parte la idea de este proyecto (su madre padeció esta enfermedad), se encargó de conseguir el permiso de uso del local que antes fuera sede de la entidad vecinal, números 3 y 5 de la calle de Alemania, tras lo cual reformaron y adaptaron las instalaciones, que ahora reúnen una sala-taller de psicomotricidad, otra sala de terapias y reuniones, la sala de evaluaciones y los despachos.
Desde hace algo más de dos meses, este centro de ayuda a enfermos de Alzheimer y otras demencias y de apoyo a familiares, llevado por AFEAM, atiende a 14 personas, además de las visitas a pacientes con un nivel inicial que realiza la asistenta a domicilio.
Aquí se ocupan de usuarios en fases leve y moderada, que son tratados por una psicóloga y una terapeuta ocupacional. “Trabaja-mos la estimulación cognitiva, a través del taller de memoria, en el que se potencian las capacidades cognitivas básicas, como el cálculo, la atención, la memoria o la percepción. También tenemos un taller de actualidad u orientación a la realidad, para intentar frenar la pérdida de la noción del tiempo. Con los usuarios de demencia moderada debemos hacer frente a una falta de habilidades cognitivas mucho mayor, puesto que llegan a olvidar cómo se coge una cuchara o a perderse por la calle cuando van solos. En estos casos, por tanto, la terapia es más funcional, para que no sean tan dependientes en las cosas cotidianas. No podemos solucionar su problema, el Alzheimer es una patología irreversible y degenerativa, pero sí se puede hacer que evolucione más lentamente”, ex-plica la terapeuta, Eva Mellides.
La otra parte importante de la labor de esta asociación es el apoyo a los familiares de los enfermos, tarea que corresponde a la psicóloga, Esther Muñoz, que se reúne con ellos para resolver sus dudas, aliviar sus angustias y concienciarles de que no están solos.
Para poder acudir a este centro, que abre de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 horas, sólo es necesario hacerse socio de la asociación, por la simbólica cantidad de 30 euros al año.
Su trabajo depende en toda medida de las subvenciones que reciban, así que desde estas páginas les deseamos mucha suerte para que puedan seguir ayudando a gente que tanto lo necesita.

CRISTINA SÁNCHEZ

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