Inquietud vecinal por la posible apertura de una discoteca en Bravo Murillo

En la esquina con Mariano Fernández

Los vecinos del edificio de Bravo Murillo, 211 bis han alertado a las autoridades sobre la futura apertura de una discoteca en la esquina de dicha calle con la de Mariano Fernández, en un local que desde hace meses se encuentra en obras gracias a una declaración responsable presentada en la Agencia de Actividades. Según los vecinos, “el proyecto falsea el tamaño del local, y no cuenta con salida de emergencia, para lo cual deberían tocar la fachada y la comunidad de propietarios se opone”.

Los afectados, que han recogido 500 firmas en contra del negocio, tomaron la palabra en el último Pleno del distrito para “visibilizar” el problema. Allí, José Muñoz, en representación de la comunidad de propietarios de Bravo Murillo, 211 bis, explicó que los vecinos han presentado ya varios escritos de queja ante la Agencia de Actividades, “fundamentalmente por discrepancias entre el proyecto presentado y la normativa vigente ya que el local no dispone de salida de emergencia ni de ventilación, y hay inexactitudes en la declaración responsable en cuanto al local, pues se declaran menos de 150 m2, cuando el tamaño supera ampliamente esa medida”.

Por su parte, la concejal-presidenta de Tetuán, Blanca Pinedo, informó de que los trabajos habían sido inspeccionados en varias ocasiones –la última, por parte del Área de Medio Ambiente para realizar mediciones– y explicó que la declaración presentada habilita a la empresa para realizar obras de acondicionamiento, aunque advirtió de que esta “resultará ineficaz si esos trabajos no se hacen en los términos previstos en la declaración”.

Además, añadió: “Desde la Junta Municipal entendemos que para hacer obras en la fachada es necesaria la autorización de la comunidad de propietarios, y sin ella, cuando acuda la Agencia de Actividades a inspeccionar no habrá lugar a la aceptación de esa declaración responsable para el ejercicio de la actividad”.

Muñoz también denunció el “total secretismo” con el que se están llevando a cabo los trabajo, así como las “sospechas de que se ha manipulado amianto sin las precauciones exigidas por la legislación”. Por último, alertó de que este tipo de locales “puede afectar a la convivencia no solo de los vecinos del edificio, sino de todo el barrio, ya que tenemos ejemplos tristemente famosos, como la discoteca Sueños, o la constante presencia policial en Nuestra Señora del Carmen”.