“Esta es nuestra casa ahora y aquí vamos a seguir”

Víctor, de 85 años, y Mercedes, de 75 y ciega, malviven en el Parque Rodríguez Sahagún


Una pareja de ancianos pasea cogida de la mano por el Parque Rodríguez Sahagún, en un día cualquiera de otoño. De pronto se paran frente a lo que parece una pequeña choza, con una lona azul que hace las veces de tejado, una manta a cuadros marrones que simula una puerta, con muchas botellas de agua apiladas en la fachada blanca, maderas, colchones y algo de comida, y entran en ella: es su “casa” desde hace cuatro meses. La “casa” de Víctor y Mercedes. Él tiene 85 años, y ha sido maestro pastelero en muchas ciudades del mundo, y ella, ciega, 75.

Su historia la contaron a ‘Tetuán 30 días’, en el mismo parque, junto al sitio donde hoy “viven”. Todo comenzó el 22 de junio de este año: “Nuestra casa, donde también tenía mi taller, estaba en la calle de Ana María, 49, esquina con Voluntarios Catalanes, y ese día, cuando íbamos a dar nuestro paseo diario, se presentaron unos señores del juzgado y tres policías municipales y nos dijeron que teníamos que irnos y que les entregásemos las llaves. Así lo hicimos. Una casa comprada hacía 22 años, que estaba pagada, incluso con el IVA por adelantado, y no volvimos a pagar nada más. Soldaron las dos puertas que había y ya no hemos querido volver por allí”, cuenta Víctor.

Un mes antes habían recibido una carta, “para que sacáramos todo lo que había en la casa, que si no lo hacíamos lo íbamos a perder. Un escrito que no venía a mi nombre y que le dije a la cartera que no iba a coger, así que ni me preocupé”.

La consecuencia es que ahora esta pareja de ancianos, que llevan juntos 60 años, malvive en el Sahagún, pasando sus días entre paseos, escuchando la radio, buscando algo de comida, ropa o cualquier cosa que les sirva en los contenedores, incluso libros, ya que la lectura es algo que apasiona a Víctor, quien tiene una pequeña biblioteca en una de las puertas blancas de su “casa”: “Hay vecinos que nos traen comida, latas de sardinas, de atún, fruta, embutidos… alimentos fríos porque aquí no podemos calentar nada. También nos han traído colchones, sacos de dormir, abrigos, edredones… y todo lo aceptamos agradecidos, aunque lo que mejor nos viene es el pan, que es muy importante para hacernos bocadillos”.

“Seguiremos como podamos”

Uno de estos vecinos contactó con el Centro de Servicios Sociales Vicente Ferrer de Tetuán el pasado 9 de agosto, para darles a conocer su situación, “y me contestaron tres semanas después para que les facilitase sus apellidos, que desconozco y que no es lo importante en esta situación. Desde entonces no han hecho nada por estas personas”, afirma este vecino de Tetuán, C. M., que lleva comida a Víctor y Mercedes con frecuencia, especialmente un pisto y un gazpacho que les encanta, y que casualmente también es trabajador de servicios sociales en Alcobendas, “donde este tipo de consultas se responden al día siguiente de recibirlas”.

Pese a su dura realidad, Víctor tiene claro que “esta es nuestra casa y aquí vamos a seguir como podamos. Nos da lo mismo el invierno, el frío, la lluvia, la nieve, como si llega otra ‘Filomena’. No vamos a reclamar nada, ni queremos saber nada de los servicios sociales. Si los vecinos nos quieren ayudar con comida, lo agradeceremos”.

Con esta petición dejamos a Víctor y a Mercedes, sentados al lado de donde ahora “viven”, con la mirada perdida en los recuerdos de una vida que los ha llevado a su situación actual. “Apelamos a la solidaridad y ayuda de los vecinos de Tetuán”, concluye C. M., quien nos puso al corriente de esta historia, que transcurre a menos de 300 metros de las dos torres que acaban de inaugurarse en el paseo de la Dirección, con más de 600 viviendas y áticos de lujo… Es el contraste de la vida misma.

  Votar:  
Resultado:3,2 puntos3,2 puntos3,2 puntos3,2 puntos3,2 puntos
  10 votos

Deje un comentario

Para dejar su comentario identifíquese o regístrese.